Se acercaba Carnaval y Ángela fue a recoger su disfraz, ya que como cada año se disfrazaba. Al volver, Carlota quería verlo, pero tu tía no le dejo, ya que dijo que sería una sorpresa y no lo vería hasta el día de Carnaval. Ángela bajó las escaleras con una gran caja roja que había en el desvan, ahí estaba el disfraz de su bisabuela Carlota, que ahora se lo pondría Carlota, aunque no le gustara nada eso de disfrazarse. Aquel disfraz tenía algo especial, ya que a Carlota le gustó y deseaba ponérselo.
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