Era Martes, y eran las cinco y media de la tarde. Ferrando había llegado a casa de Ángela a tocar el piano. La tía Ángela llamó a Carlota, y al bajar, Carlota una vez mas se quedo mirando el retrato, pero esta vez había algo diferente, el jarrón con las flores. Poniendo toda su atención en ello, Carlota tropezó y bajo las escaleras dando tumbos y sin mirar, hasta llegar abajo donde Ferrando la sujeto. Carlota se dio cuenta de que era el chico del canal, al presentarse, ella sorprendida le vio la cara y enseguida lo reconoció. Enseguida le pregunto si tocaba el violín, pensando en el incidente, pero rápidamente rectifico y le pregunto si tocaba el piano. Él explicó que tocaba el piano, pero también un violín, su violín llamado Stradivarius el cual tiene mucho valor. Explicó que el día anterior había cometido una imprudencia dejando solo al violín mientra recuperaba su partitura caída en el canal, dedicada para Ángela. A continuación se puso a tocar el piano, y enseguida Carlota pensó "Que insoportable" no le gustaba nada. Al finalizar, Ángela lo aplaudió mientras Carlota pensaba en el cuadro, en las flores de aquel jarrón. Ferrando y su tía se extrañaron de que no aplaudieran, y supusieron que seria por que para ella era una música extraña. Ferrando al acabar dijo que la próxima vez traería el violín, y al decirlo Ángela le dijo que podría reencontrarse con la chica que le hizo perder los papeles.
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